Autor: José María Cardesín Cegarra
Estamos en los albores de lo que se vislumbra, como un cambio importante en la práctica de la Medicina.
La Medicina del Futuro, probablemente se basará en los principios de la Física Quántica y ello nos proporcionará una visión bastante diferente de la Medicina convencional actual.
¿Pero qué es la Medicina Quántica?
Todos los seres vivos emiten energía. Una energía compleja, mezcla de multitud de frecuencias. La energía, es un onda electromagnética. Todo campo eléctrico, cambia en intensidad de manera cíclica y cada ciclo de onda se repite a intérvalos separados por una longitud de onda. Frecuencia es el número de ciclos que se repiten en un segundo.
En las investigaciones sobre Medicina Quántica, se ha descubierto, que nuestro organismo emite mas de un billón de frecuencias diferentes, que se corresponden con la frecuencia de trabajo de nuestros órganos y aún partes de ellos. Hay una gama de frecuencias para el corazón, y también con pequeñas variaciones, para el miocardio, endocardio, pericardio, válvulas mitral y tricúspide, signoideas aórticas etc.
Componiendo una emisión de energía que contiene toda la información del funcionamiento de nuestro organismo. Cualquier alteración en la función de un órgano o un sistema corporal, conlleva la alteración de su frecuencia partícular y por lo tanto varía la información global.
Evidentemente cualquier sistema que nos permitiera medir y reconocer las frecuencias orgánicas, sus variaciones y pudiera situar el origen de la disfunción, sería un método diagnóstico, no solo sumamente eficaz, sino totalmente inocuo para el paciente, puesto que no constituiría una prueba, invasiva que requiriese contacto, sino simplemente medir la radiación corporal.
Por lo tanto podemos decir, que todo ser vivo emite una radiación peculiar y particular de cada individuo, y ésta es única, al igual que una huella dactilar, y nos permite reconocer y diferenciar a ésta persona.
Lo mismo sucede con los patógenos, cada virus, bacteria, parásito, tumor etc.tiene entidad propia, y por lo tanto emite una frecuencia peculiar, que lo hace detectable en cualquier portador humano, y por lo tanto posibilita el diagnóstico de la enfermedad y lo que es mas importante, aclara en casos de duda, su etiología.
Resumiendo, nos encontramos que midiendo las frecuencias que emite un ser humano obtendremos las frecuencias fisiológicas, correspondientes a las funciones corporales normales; las frecuencias patológicas, correspondientes a los patógenos que lo infectan; y las frecuencias anómalas, correspondientes a lesiones, alteraciones metabólicas, y disfunciones orgánicas en general, es decir la información total y completa del estado de salud del paciente.
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Para comprender este concepto, pondremos un ejemplo: Supongamos que estamos en nuestra casa, a oscuras, en la Edad Media y deseamos luz. Podremos en primera instancia encender una cerilla, vela de cera o un quinqué de aceite o petróleo, quizás la chimenea y tendremos luz y calor.
En este caso estaremos utilizando la luz química, basada en reacciones químicas de combustión; y obtendremos luz, pero a cambio, la combustión generará vapores mas o menos tóxicos, y consumirá el oxigeno del aire que nos rodea. Luego no será una solución ideal. Recordemos no hace mucho, las intoxicaciones por el monóxido de carbono de los braseros, o el consumo de oxigeno de las estufas de butano.
La Medicina Química utiliza en sus fármacos, productos químicos,( muchos de ellos sintéticos, que como es sabido, la naturaleza en general y el organismo en particular, no sabe como metabolizarlos, pues no son productos naturales) creando depósitos en el sistema de filtraje de nuestro cuerpo, el eje hepato-renal.
Estos medicamentos, evidentemente son eficaces, y todos nos hemos beneficiado de sus efectos, durante muchos años. Pero en algunos casos conllevan una serie de efectos secundarios no deseables.
Siguiendo con nuestro ejemplo: Supongamos que hemos evolucionado en el tiempo, estamos a mediados del Siglo XX, y ya disponemos de energía eléctrica. Para salir de la oscuridad, podemos encender una lámpara, un fluorescente o una linterna. Estas no consumirán el oxigeno, y nos iluminarán mejor que los medios de combustión. Es decir la energía eléctrica es mejor que la química, tecnológicamente es superior.
La Medicina China, poco y mal conocida en Occidente es una Medicina eléctrica, que contempla el cuerpo como un circuito eléctrico, con sus cables (Meridianos) y electrodomésticos (órganos), los cuales se estropean en ocasiones (alteraciones orgánicas) y que se reparan restableciendo los circuitos, (acupuntura) eliminándose los puntos calientes (dolores) y dando tensión donde no la había, (tonificación del órgano deficiente de energía) a través de agujas, que no son mas que micropilas, que mediante un par bimetálico (mango) introducen en los puntos de acupuntura (interruptores) corriente del orden de los 40 microvoltios, lo que es suficiente para estimular la reacción del organismo, sin efectos secundarios, dado lo infinitesimal del estímulo.
No pretendemos ni mucho menos decir que la acupuntura es mejor que la Medicina Occidental, cada cual tiene sus ventajas e inconvenientes, simplemente constatamos un hecho.
Sigamos con nuestro ejemplo: llegamos al final del Siglo XX y al mundo de las frecuencias. Ahí tenemos la televisión, las emisoras de radio, los teléfonos móviles, inalámbricos, etc. todos los sistemas de comunicación sin cable están basados en la Física Quántica, que es la que estudia los átomos, su energía, sus flujos y desplazamientos, las ondas invisibles y sus frecuencias características.
Y ahí es donde la Medicina, basándonos en la Física Quántica, encuentra un futuro y amplio campo de investigación, al poder medir las Biofrecuencias y determinar etiologías y patologías del paciente, sin necesidad de costosas pruebas de laboratorio, sufrimientos innecesarios, y en ocasiones generar efectos iatrogénicos al enfermo.
HISTORIA
La historia de la humanidad, está jalonada de importantes descubrimientos en el tratamiento de la salud, lo que no quita que en cada época haya habido personas adelantadas a su tiempo, que han intuido y dentro de sus posibilidades utilizado medios, que años mas tarde, la ciencia descubriría y racionalizaría, oficialmente.
Las primeras manifestaciones del equilibrio de frecuencias como medio terapéutico, surgen con la imposición de manos. Durante este contacto o aproximación, las frecuencias del paciente y el sanador, tienden por simpatía a vibrar en la misma longitud de onda, con lo que es posible conseguir una mejoría parcial o total, de los síntomas del paciente.
Condición importante era que el terapeuta estuviera sano del órgano que quería tratar, sino el equilibrio del mismo era imposible. Podía suceder también que el enfermo incurable y en estado grave, desequilibrara el organismo del sanador, por lo cual éste manifestaría cansancio y malestar después de la terapia, que sería además ineficaz.
Lógicamente la imposición de manos, no es una ciencia, por cuanto no se basa en parámetros valorables, no siendo los resultados reproducibles y en buena parte subjetivos.
Una forma de contacto y sanación indirecta se produce durante el masaje, no solo se incide sobre el drenaje linfático y la circulación, sino que también durante la hora en que se recibe la terapia, se produce también un equilibrio de frecuencias. Sabido es que hay masajistas que después del masaje a una persona en particular, quedan agotados, y sin embargo el paciente se encuentra mucho mejor. No se produce como normalmente se cree, una absorción de la energía del masajista, por parte del masajeado; sino un semiequilibrio de la energia del enfermo, que le mejora, y un semidesequilibrio de la energía del masajista, que empeora al terapéuta. Evidentemente éste último se supone sano y en un breve espacio de tiempo se recupera.
En un momento de la historia, surgen personas capaces de ver el aura humana y posteriormente interpretarla, y si bien tampoco es un método científico, los videntes aseguran poder sacar conclusiones en relación a la salud del paciente y poder comprobar el estado inicial de la enfermedad y la evolución del sujeto, en el tiempo, con el tratamiento prescrito, sea éste cual fuere.
Hacia el 1950 el científico Ruso Semión Davidovich Kirlian inventa una máquina que permite fotografiar dicha aura, permitiendo un diagnóstico aproximado a través de la emisión de frecuencias orgánicas, basándose en el color del aura. Es conocida la relación entre las frecuencias y el espectro de color que producen.
El ojo humano solo capta visualmente las frecuencias entre 400 y 725 nanométros aproximadamente, si hubieramos podido “ver” y medir con aparatología las frecuencias del aura, probablemente la Medicina habría seguido otros derroteros.
Aunque el uso de la cámara Kirlian no se ha generalizado, representa un importante hito en la objetivización de la Medicina Quántica.
En los años 60 el médico francés Paul Nogier, publica sus investigaciones en auriculomedicina, y postula, que el cuerpo humano reacciona a la aproximación de diferentes filtros de colores y que determinados tonos (frecuencias) equilibran diferentes sistemas orgánicos.
También hay una reacción corporal, a muchas substancias: alimentos, medicamentos, tóxicos, patógenos, etc. produciendo su contacto, aproximación o ingesta, una alteración vasomotora que se puede detectar a través del pulso.
Lo denomina RAC (reflejo cardioauricular).
Este hecho lo lleva a crear un nuevo sistema de diagnóstico, en el que en base a la reacción del pulso, frente a unos test de absoluta fiabilidad, preparados por Multinacionales Farmacéuticas, le permite determinar de forma fácil, rápida y sin molestias para el paciente, el tipo de anomalía, o patología que le aqueja.
Al disponer de un método de diagnóstico energético, decide crear un método de tratamiento también energético, (en busca de métodos Quánticos, con ondas y sin efectos secundarios).
Como método terapéutico, si bien empieza utilizando luz a través de filtros de color de precisión, de frecuencia conocida, (Wraten-Kodak) acaba incidiendo sobre el paciente, con un láser de baja potencia, que utiliza unas frecuencias básicas, de equilibrio general del organismo, con resultados satisfactorios.
Mediante ésta técnica, el RAC, utilizada como diagnóstico, es posible conocer las frecuencias de tratamiento por comparación. Es decir, si comparamos la energía del paciente con las frecuencias de órganos sanos, la alteración del pulso del paciente, nos indicará, en que órgano está el transtorno.
Si comparamos la energía del paciente con las frecuencias de los patógenos mas comunes del ser humano (vacunas), detectaremos que gérmenes están presentes en el organismo del paciente.
Y si finalmente comparamos las frecuencias anómalas del paciente con las frecuencias de diferentes medicamentos, sabremos, que fármaco anula la frecuencia patológica y por lo tanto mejora la salud del paciente. Este método funciona con todo tipo de medicación convencional y alternativa.
Es decir, toda frecuencia, puede anularse cuando se le superpone una frecuencia igual y de signo contrario.
Por tanto la frecuencia de los medicamentos que anulen la frecuencia patológica del enfermo, tendrá una acción, sintomática o curativa, sobre el paciente.
Si además utilizamos medicamentos quánticos, no tendremos efectos secundarios.
Es cuestión de conocer, las frecuencias de los medicamentos a nuestra disposición.
Conocidas éstas, y si las hay para el patógeno en particular que afecta al paciente, podremos anular la frecuencia, que lo enferma y restaurar la salud de la persona.
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HOMEOPATIA Y MEDICAMENTOS QUANTICOS
Entre los avanzados a su tiempo, está el médico-investigador SAMUEL HAHNEMANN el cual en el Siglo XVIII ya es capaz, de inventar el EL PRIMER MEDICAMENTO QUÁNTICO.
No debe confundirse, la utilización de medicamentos Quánticos, con la homeopatía.
Aunque admirado por muchos, e ignorado por la mayoría, fue el precursor indiscutible, del medicamento de futuro, es decir la DOSIS INFINITESIMAL (indetectable) CONSERVANDO LA FRECUENCIA DE ACCION DEL MEDICAMENTO ORIGINAL. Al eliminar la dosis ponderal, eliminó los efectos secundarios de la medicación, pero manteniendo la acción terapéutica.
¿En que consiste el invento HAHNEMANN? Básicamente consigue mediante diluciones sucesivas, y dinamizaciones, (agitaciones de la disolución) extraer la frecuencia de un medicamento, impregnarla en un medio inocuo, como es el agua, y a partir de ahí trasladarla a un excipiente seco para evitar su degradación, eliminando el medicamento, pero conservando su energía.
Los detractores del medicamento homeopático, argumentan no sin razón, que en el preparado, no hay substancia medicamentosa presente, que la concentración de moléculas de PRINCIPIO ACTIVO está por debajo del número de Avogadro y que por lo tanto no tiene acción sobre la patología. Que es placebo.
Ciertamente, tienen razón, no hay substancia en las diluciones más elevadas, lo que se consigue en el medicamento homeopático es precisamente eso, eliminar la presencia química en el preparado, dejando únicamente la frecuencia, que es la que se utiliza para curar.
Hahnemann al no conocer el término frecuencia, llamó a la parte activa que actuaba sobre el organismo, “EL GENIO DEL MEDICAMENTO”.
Para aplicar su medicación Hahneman tuvo que diseñar la Homeopatía, un nuevo sistema de diagnóstico para aquel tiempo, (repertorización) y tratamiento (materia médica) que aún siendo importantes y efectivos no tienen nada que ver con la Medicina Quántica.
Posteriormente, basados en los trabajos de Hahnemann, (aunque sus seguidores digan lo contrario) surgen las Flores de Bach, las Sales de Schuessler, la Oligoterapia y una variada gama de Medicamentos Quánticos, es decir, medicamentos sin substancia química, conteniendo solamente la frecuencia del producto en un excipiente inocuo.
Modernamente, se han creado aparatos de laboratorio, consistentes en un lector de Biofrecuencias, (fisiologicas y patológicas) que previamente listadas en un ordenador permite, su reconocimiento y su corrección o anulación si procede, mediante frecuencias de la misma magnitud, pero de signos contrarios.
Por todo lo dicho, el sistema Quántico de diagnóstico y tratamiento, aunque todavía en sus inicios, y actualmente en plena investigación, no dudamos que en un tiempo no muy lejano, será la Medicina mas utilizada, pues será la Medicna de la tecnología del futuro.