Es bastante frecuente ver, de unos años a esta parte, como se van sucediendo los ataques contra una terapia complementaria en especial, que no es otra que la homeopatía.
En radio, prensa o páginas de internet se suceden los artículos, algunos firmados por teóricamente catedráticos de prestígio, en los que se afirma que la homeopatía no tiene ninguna base científica y que no es más que puro placebo. No se verán ataques parecidos, ni tan constantes, a otras técnicas como la acupuntura, flores de Bach, terapias manuales como el masaje, la osteopatía, la fitoterapia u otras técnicas del ramo.
Además es curioso ver como las críticas contra la homeopatía suelen ser feroces y desgarradoras en un intento estéril de tratar de convencer a la población, incluso se han creado páginas webs específicas de divulgación en contra de la homeopatía. Y tanta animaversión hacia una terapia solo tiene dos lecturas: la ignorancia supina (no hay más que acercarse y probar la homeopatía para ver su efecto real), o el ataque desesperado por lograr descreditarla ante la opinión pública.
Pero cuando uno lleva a preguntarse el motivo de tan insistente ataque contra la homeopatía, solo hay una respuesta posible.
La homeopatía a día de hoy es una de las más potentes terapias alternativas (o complementarias) que existen, y su inmersión en el sistema sanitario es la que más daño está haciendo a las gigantes farmacéuticas. De ahí, el afán por desprestigiarla con tanto ahinco.
La homeopatía se ha introducido con éxito en las farmacias, donde es normal ver a los farmacéuticos recomendando productos homeopáticos para dolencias leves o agudas, también en muchos centros de salud públicos y privados, se ha aumentado exponencialmente la recomendación de productos homeopáticos, e incluso en los hospitales se ha protocolizado en algunos casos el uso de la homeopatía, por ejemplo, en los paritorios, se recomienda el uso de un remedio homeopático para favorecer la dilatación del cuello uterino y facilitar el parto.
Y todo esto por qué? Cómo ha logrado la homeopatía este hito de introducirse en los canales sanitarios de forma tan contudente? La respuesta es muy obvia. Farmacéuticos, médicos y sanitarios, son los que están en primera línea de fuego en contacto con los pacientes y son ellos los que ven y evaluan el efecto de los medicamentos en general. El hecho de que no deje de aumentar la recomendación de productos homeopáticos en muchos casos, es debido a su efecto positivo, al éxito de resolución de casos que consiguen con estos tratamientos. Es decir, la homeopatía funciona, y tiene un efecto curativo real y siempre es menos tóxico que los fármacos convencionales.
De hecho, los que conocemos la homeopatía desde hace tiempo, sabemos que entre sus medicamentos se encuentran algunos muy importantes que incluso superan en efecto a los fármacos convencionales.
– Sabía usted que el mejor antiinflamatorio y más potente que se puede encontrar en el mercado es homeopático?
– Sabía que algunos de los mejores antibióticos (y sin efectos secundarios) que podemos tomar son también homeopáticos y que funcionan muy bien incluso en infecciones por bacterias resistentes al antibiótico convencional?
A día de hoy, podemos aseverar que la homeopatía está demostrada a nivel científico, por una sencilla razón: está demostrada estadísticamente, y cuando un medicamento cura entre el 90 y el 100 % de los casos, no cabe hablar de efecto placebo por más que insistan algunos. Vamos a explicarlo.
En la gama de medicamentos homeopáticos existen de varios tipos, los remedios normales sirven para tratar algunos síntomas, pero hay otros que nos sirven para tratar enfermedades concretas (son los llamados nosodes).
Para tratar un dolor de cabeza, existen varias decenas de medicamentos homeopáticos, en función de las caracterísitcas de ese dolor de cabeza, por ejemplo, si es frontal, si es lateral, si abarca toda la cabeza, si es como un pinchazo, si es presivo, si se acompaña de vómitos, si ocurre por la noche o por la mañana, es decir, existen muchos remedios para dolores de cabeza muy específicos. Hacer un estudio científico sobre uno de estos remedios es muy complicado porque se necesitarían muchos sujetos que tuvieran un tipo de dolor de cabeza exactamente igual, y eso es difícil de encontrar.
Con los nosodes, la cosa cambia. Para un paciente que tenga el virus de la gripe, aunque hay varias formas de abordar el tratamiento como hacerlo a nivel sintomático y tratar la fiebre, el dolor muscular, etc. existe principalmente otra vía de tratamiento que es usar el nosode, es decir, el remedio específico de la gripe, que está hecho a partir de una pequeña cantidad del virus (en concepto similar a una vacuna, aunque no funciona como tal). Todos los estudios que se han hecho con el nosode de la gripe, han demostrado ampliamente su efecto positivo mejorando al paciente y sus síntomas, y todos esos estudios científicos y estadisticos han confirmado y concluído que la homeopatía funciona y tiene un efecto mucho más allá del placebo.
Con la homeopatía además, se pueden tratar muchas cosas que se le escapan a los medicamentos químicos, desde eliminación de metales pesados, regeneración de algunos tejidos del cuerpo, mejora del sistema inmune, tratamiento de muchos tipos de virus. Y todo ello con éxito y sin efectos secundarios indeseables, y demostrado con pruebas de laboratorio.
En lo que insisten los escépticos es que aún no se conoce el mecanismo de acción que, aunque ha sido explicado en la teoría, no se ha podido constatar en laboratorio, y aunque los resultados de efectividad a día de hoy son incuestionables sigue siendo un último paso que la homeopatía tiene que dar para ser totalmente aceptada. Y ese día llegará el momento en que se entienda como funciona. De todas formas pensemos que, no es lo mismo decir que no se conoce el mecanismo de acción y se está estudiando sobre el tema, a decir, es placebo porque no sé cómo funciona. Está claro que la primera afirmación es de una persona con una actitud mucho más científica. Hace 500 años, no se conocían las bacterias, pero no por ello dejaban de estar presentes y producían infecciones igual que hoy en día. Lo mismo ocurre con la homeopatía, que hoy en día la ciencia no haya acabado de entenderla, no significa que no funcione, tal y como se está viendo con un efecto más que probado.
Así que no nos queda más que esperar, y seguir viendo el circo crítico y escéptico montado alrededor de la homeopatía, mientras vemos como cada vez mayor porcentaje de población y profesionales trabajan con ella y tienen resultados favorables, ya llegará el día en que la ciencia sepa o pueda explicar el mecanismo de acción y entonces si que muchas bocas tendrán que ser calladas para siempre.