INTRODUCCIÓN:
Uno de los apartados más apasionantes, y a la vez más y desconocidos, de la homeopatía es la psicología. Los remedios de fondo, no solo pueden ayudar a conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás, además nos explican (y tratan) los principales síntomas y procesos que podemos tener.
Los remedios homeopáticos se dividen en varios grupos, tenemos los sintomáticos comunes, los terrenos que tratan las distintas respuestas que tiene el organismo pero también están los remedios de fondo.
Estos remedios de fondo describen con exactitud y precisión distintas tipologías de personas. En sus primeros estudios, Hahnemann, descubrió que se encontraba ante tipologías, es decir, personas que padecían los mismos síntomas y que además tenían características generales similares. De esta forma descubrió que un tipo de persona, según fuera su tipología, era más propensa a algunos síntomas y enfermedades.
Un remedio de fondo, nos describe en varias categorías, como son los aspectos físicos (constitución física, carasteristicas de su rostro, de su cuerpo como altura, peso, etc.), síntomas psíquicos (miedos, deseo de soledad, personalidad activa o pasiva, arrogancia, tendencia depresiva, etc.), síntomas generales (apetencia alimenticia, tolerancia al calor/frío, lateralidad izquierda/derecha, etc.), y quizá el punto más importante: tendencia patológica, es decir, los puntos débiles de nuestro organismo, y qué enfermedades somos más propensos a padecer.
Todos estos remedios y tipologías se recogen y son descritos en libros de psicología homeopática o también llamados de materia médica homeopática.
Cuando uno sabe cual es su medicamento de fondo, puede saber cuales son los síntomas que más fácilmente va tener, las enfermedades que con casi toda seguridad va a desarrollar a lo largo de su vida o cuales son los órganos de su cuerpo más delicados. Al conocer nuestro medicamento de fondo, podemos hacer una medicina preventiva muy eficaz, al mismo tiempo que si nos tomamos nuestro medicamento de fondo equilibramos o detenemos esta tendencia degenerativa.
Y también conocer nuestro psiquismo, el por qué de algunas de nuestras limitaciones o miedos, y obviamente conocer el de los demás, y entenderlos mejor.
Y es que el remedio de fondo funciona así, equilibrando todo nuestro organismo, tanto física como mentalmente. Estados de estrés, o emocionalmente intensos (dados en el día a día de cualquier persona) pueden llevarnos a un desequilibrio y acentuar rasgos psíquicos como nervios, mal humor, irritabilidad, deseo de soledad, etc. Si no se corrigen podemos convivir con un estado emocional alterado o desequilibrio emocional durante años. Tomando nuestro remedio de fondo regularmente podríamos equilibrarnos fácilmente de todos estos síntomas.
En nuestra sección de artículos podeis encontrar la descripción de dos remedios de fondo, Lachesis y Lycopodium, para que veais el grado de detalle con el que pueden definir una personalidad. Quizá os reconozcais a vosotros mismos o a algún conocido.
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